Entre los datos personales más habituales podemos encontrar los siguientes:
- nombre y apellido
- número de documento
- domicilio
- dirección de correo electrónico
- nombre de usuario y la contraseña de una cuenta digital
- fotos, grabaciones y videos propios.
- información relacionada con su intimidad.
No todos los datos personales son iguales. Por un lado, existen los denominados por la ley como datos “sensibles”, comprendidos por aquella información que revela el estado de salud de una persona, su orientación sexual, sus creencias religiosas y sus posiciones ideológicas. Por otra parte, existen datos que nos definen desde nuestras preferencias musicales, deportivas, etcétera y, si bien pueden no tener el mismo alcance desde el punto de vista legal, no dejan de ser propios de un individuo y cada persona tiene derecho a dar su consentimiento o no para que éstos se expongan.
Resulta importante, entonces, proteger este tipo de información, ya que no sabemos para qué fines otros querrán utilizarla.