Hoy
es
un momento muy especial, y por eso quiero compartirlo con vos, que
día a día me regalaste tu abrazo, tu sonrisa; confiaste en mí tus
lágrimas, tus dudas. Hoy llegó el momento de
despedirme porque me
ha llegado la jubilación.
Quiero
decirte que con el tiempo aprenderás que lo mejor de la vida está
en las pequeñas cosas. Vive plenamente, haz
lo que te haga sentir bien, siempre que no perjudique a otras
personas, animales o naturaleza.
Espero
que respetes al que es diferente a ti. Que te pongas siempre en su
lugar. Que seas una persona que escucha. Que defiende su verdad y
respeta la de los demás. Espero que aprendas que hablando
solucionarás todo.
Gracias
por prestarme tus manos suaves, tu linda sonrisa, tu corazón lleno
de sentimientos, tus juegos de niño.
Guardaré
por siempre los momentos compartidos, como el máximo recuerdo que me
permitió ser feliz como docente.
Recuerda
que tienes los instrumentos para volar alto.
Hasta
Siempre!!!
Cecilia